La Misión en Benarrabá de nuestros jóvenes: “hacer felices a los demás y transmitirles el amor personal de Cristo”
Llegar a una localidad para empaparte de su esencia, para ponerte al servicio y vivir una auténtica experiencia de amor cristiano en comunidad, en su iglesia, en su plaza. La misión en Benarrabá, un pueblo pequeño de la Serranía de Ronda, es una invitación “especial”, así la describe Adela Navarro García, antigua alumna del colegio Sagrado Corazón de Sevilla. Ella la ha vivido este verano y nos deja su valioso testimonio:
De todas las experiencias Spínola que he tenido la suerte de vivir, Misión ha sido sin duda la más especial e intensa. Después de dos años sin actividades de verano, volvimos a empaparnos de ese sentimiento de familia Spínola de la mejor manera: Haciendo felices a otros y transmitiendo a personas de todas las edades el amor personal de Cristo.
Durante los 11 días que dura esta experiencia exprimimos cada segundo, y es que Benarrabá es un pueblo con muchísima vida. Allí siempre hay algo por hacer, alguien por escuchar, alguna actividad por preparar… Desde luego que no son unos días de descanso pero Benarrabá nos lo puso muy fácil, allí nos esperaban y nos acogieron desde el primer momento.
Una experiencia única
Ya que el pueblo nos daba tanto, nosotros nos encargamos de formarnos por las mañanas, visitar a algunos ancianos por las tardes, dar catequesis a los niños y jugar con ellos en las veladas, rezar y cantar junto al grupo joven en las oraciones de noche, dar clases o talleres a los más pequeños y hacer vida en comunidad, siempre desde el servicio.
Esta misión en Benarrabá es una oportunidad preciosa para conocerte, conocer a otros y conocerlo a Él. Ahora sé que mi ayuda, pequeña o grande es importante y siempre merece la pena.
Recogemos en esta galería algunas vivencias mencionadas por Adela, captadas por las cámaras de los jóvenes que han experimentado la misión:
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