El campamento de 3º y 4º ESO “ha sido un lugar de encuentro, de encuentro con el Señor y con los demás”.
La semana pasada, concluyó el campamento de 3º y 4º ESO que se vivió en Corteconcepción (Huelva). En estos días, los jóvenes pudieron conocer la invitación personal que nos hace Jesús a cada uno, descubriendo su mensaje a través de las parábolas y textos bíblicos. También pudieron vivir la experiencia pascual de un Dios que se entrega por amor a cada uno de ellos y que está presente en sus vidas.
Descubre más sobre este campamento a través de los testimonios de dos alumnas del colegio Sagrado Corazón Sevilla:
Para mí Godspell ha sido un lugar de encuentro, de encuentro con el Señor y con los demás. He tenido la oportunidad de reencontrarme con viejos amigos y de conocer a nuevos, pero sobre todo de ver a Dios en todo lo que hemos hecho y en las personas que estaban con nosotros. Aprender que el Señor no nos deja por más errores que cometamos, que siempre está ahí como un amigo fiel, que no se cansa de llevarse golpes para luego abrazarnos, abrazarnos desde la cruz, esa cruz en la que sufrió por todos nosotros y que una vez más he tenido la suerte de abrazar, de abrazarlo a él, de aprender lo que es abrazar desde la cruz, desde el sufrimiento, pero con el amor más sincero. Y es que amor sincero es lo que hemos encontrado en Godspell, entre nosotros, Godspell ha dejado de ser un campamento para nosotros y se ha convertido en una familia, una familia unida y que no se abandona.
Pero del campamento no solo nos llevamos personas, también nos llevamos recuerdos que se quedarán en nuestro corazón para siempre y enseñanzas que nos han hecho crecer como personas. Si tuviera que explicar que ha sido el campamento para mí en una palabra, aparte de familia, diría envío, en godspell he aprendido que el Señor nos envía, nos envía a ser sal y luz por el mundo, nos envía a vivir como niños pequeños y a disfrutar como ellos, a seguir su camino, un camino que no siempre será fácil, pero en el cual siempre estará ahí para darnos la mano y acompañarnos.Paula López
Alumna del colegio Sagrado Corazón Sevilla
A continuación te invitamos a conocer la experiencia de otra de las participantes en el encuentro de verano.
Este campamento no ha sido únicamente un encuentro con los amigos sino, también nos ha ayudado a acercarnos a Dios. Dios nos une a todos y cuando vas al campamento de la familia Spínola te encuentras una gran cantidad de personas que pueden ser totalmente diferente, pero todos vais con un mismo objetivo, un objetivo que nos une y que hace que este campamento sea tan especial, bonito y divertido para todos.
Sin duda alguna, Godspell ha sido un campamento en el cual, como he dicho antes, no solo estas con tus amigos, sino que también estás con Dios. Este año nos han acercado a Dios más que en otros campamentos, al principio nos costaba un poco más respetar esos momentos que de verdad eran importantes, pero con el tiempo hemos aprendido a respetar esas situaciones.
Esos momentos han acabado siendo sagrados y nos han unido mucho, como por ejemplo, cuando estábamos en la capilla y nos dejaban tiempo para expresarnos y dar gracias, o cuando en la Eucaristía del domingo el sacerdote nos dio la oportunidad de hacerle peticiones al Señor. En este momento, todos formamos una familia, pero no una familia cualquiera, sino la familia Spínola de Godspell que no es nada más y nada menos que un sitio donde puedes jugar, expresar, desahogar, divertir, tranquilizar y por supuesto un lugar donde nos han enseñado a convivir de manera que no molestes a los demás, pero tampoco dejes de hacer las cosas que te gustan o quieres por el que dirán.
Anteriormente, solo hablamos de los momentos de interiorizar, pero como he dicho antes, es un campamento en el cual también jugamos y nos divertimos; un lugar en el que siempre recordaremos esas risas como cuando los monitores se disfrazaban o esas veladas con tantos bailes… En fin, todas esas cosas que hacen de este campamento diferente a los otros.
Al final Godspell ha sido un campamento que no se puede comparar con ningún otro y que gracias a todos los monitores hemos conseguido crear un sitio de convivencia, respeto y diversión del cual todos acabamos llorando el último día porque no nos queríamos ir.
Pilar Trujillo
Alumna del colegio Sagrado Corazón Sevilla
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